NOUS DEVONS EN RETOUR LES CONTEMPLER, LES ASSUMER, TENTER D'EN RENDRE COMTE. IMAGES MALGRÉ TOUT: MALGRÉ NOTRE PROPRE INCAPACITÉ À SAVOIR LES REGARDER COMME ELLES LE MÉRITERAIENT, MALGRÉ NOTRE PROPRE MONDE REPU, PRESQUE ÉTOUFFÉ, DE MARCHANDISE IMAGINAIRE. GEORGES DIDI-HUBERMAN, IMAGES MALGRÉ TOUT, PARIS, LES ÉDITIONS DE MINUIT, 2003, P.11.


PERFIL EN ACADEMIA.EDU

12.2.13

Venus y la fotografía.

Una expedición. Tránsito de Venus 1874 y 1882


Las potencias económicas de finales del siglo XIX se esforzaron por demostrar respectivamente sus avances en ciencia y tecnología. El fenómeno astronómico del tránsito de Venus de 1874 y 1882 produjo una movilización general en diversas disciplinas científicas, que llevaron a replanterse desde sistemas de medición hasta fiabilidad de los instrumentos de observación. Con el auspicio de los gobiernos se conformaron expediciones que estudiaron tan fenómeno. Evidentemente no significaba solamente un avance para ciencia, también una carrera con facetas coloniales y nacionalistas. 

Estados Unidos se unió a esta fiebre por Venus, ya que sus aportaciones en el siglo XVIII habían sido nulas. Emprendió una expedición a las islas Kerguelen con 8 científicos en 1874 y 1882, donde llegaron igualmente las misiones enviadas por Alemania e Inglaterra. Las islas Kerguelen, conocidas también como Islas de la Desolación, se encuentran en el sur del océano Índico. Sólo han sobrevivido once planchas fotográficas de las 1700 tomadas en la expedición estadounidense para la observación del tránsito de Venus en 1882. Ninguna de las 350 planchas de la expedición de 1874 se conservan en la actualidad.

Tal como lo indica la exposición virtual de donde provienen estas imágenes, debido a que las mediciones se toman directamente de la placa fotográfica, era importante asegurarse de que la imagen no se distorsiona en modo alguno. Una retícula colocada sobre la placa fue fotografiada para asegurarse de que la imagen no se encoge ni se deforma. Una segunda línea vertical en el centro es una imagen de un alambre en una plomada utilizada como punto de referencia para las mediciones. 



Courtesy of the U.S. Naval Observatory Library 



Cajas con placas de vidrio para generar negativos usadas en la expedición del Observatorio naval de Estados Unidos para estudiar el transito de Venus en 1882.



Courtesy of the U.S. Naval Observatory Library 


Probando el equipo en la expedición estadounidense en la isla Kerguelen, 1874.


Courtesy of the U.S. Naval Observatory Library 




Smithsonian Libraries
http://www.sil.si.edu/Exhibitions/chasing-venus/newposs.htm


Devaneo. Charles Cros, Venus y la fotografía II

Un drama interastral 

La historia de amor entre una mujer del planeta Venus y un terrestre es el nudo del relato de Charles Cros publicado en 1872. Si no fuera por sus investigaciones astronómicas, sus experimentos fotográficos y sonoros lo catalogaríamos entre las obras de ciencia ficción de finales del siglo XIX. Cros no sólo fue poeta del círculo zutista sino un científico reputado aunque excesivo en sus expectativas. No sólo estaba convencido de que había vida inteligente en los planetas del nuestro sistema solar, también fabulaba con diversas estrategias de comunicación interestelar.
Pero no habría que ser severo con él, sus investigaciones fueron fundamentales para la fotografía a color, también para el reproducción del sonido. Precursor del fonógrafo, publicó "Procédé d'enregistrement et de reproduction des phénomènes perçus par l'ouie"  (3 diciembre 1877), "Note au sujet du phonographe de M. Edison" (18 marzo 1878). Su doble vertiente de poeta y científico le llevó a experiencias tan surrealistas como idear un sistema de espejos de acero de tal tamaño que permitieran reflejar luz, siendo esos ases un sistema de comunicación interestelar. Un tipo de antena parabólica que en principio pudiese generar un sistema de comunicación lumínico y después trasmitiese imágenes. 

La curiosidad de Cros le llevó por la literatura, el espectáculo, la música y la ciencia, pero nunca dejó de mirar al cielo. Todavía un año antes de su muerte envió una nota a la Academia de Ciencias de París titulada "Contribution aux procédés de photographie céleste" (16 mayo de 1887), de la que sólo consta su entrega.

"Un drame interastral" (1872), dedicado a Rodolphe Salis, dueño y presentador de lo sería diez años después el cabaret Le Chat Noir. Año de 2872, los astrónomos logran establecer contacto con los habitantes de Venus e intercambian imágenes sobre flores de la regiones equinocciales de sus respectivos mundos. En el contexto de la proximidad de tránsito de Venus sobre el sol en 1874 y 1882, fenómeno que sucede cada 100 años y que causó numerosas polémicas sobre los métodos que ofrecía la ciencia y la tecnología para apreciar y consignar este evento. Se revisaron las observaciones al tránsito del Venus en el siglo XVIII y se llegó a la conclusión de que no había un acuerdo sobre los resultados de las observaciones. Se hacía mención en varias descripciones a una extraña "mancha negra". Temas relacionados al paralaje solar que ayudaría a mesurar el paso de Venus traían problemas como la validez de los sistemas de mesura, las tecnología en ópticas y en reproducción fotográfica. Pero no sólo estos problemas fueron considerados desde múltiples facetas, también la posibilidad de la existencia de un noveno planeta y si la diferencia de observaciones en el paso eran causadas por la atmósfera venusina se tendría que considerar la posibilidad de que Venus fuese un planeta semejante a la Tierra.

Dentro de una jerarquía estricta, los astrónomos son la élite que puede llega a conocer los misterios. El celibato, el estudio, el hermetismo forman parte del ambiente en que crece esta furtiva historia de amor. Este relato de amor es narrado por un astrónomo, lo ubica en la estación Andes-Sur y destaco la parte en que el terrícola -Glaux- intenta conservar la imagen de su amada a pesar de la distancia:

 [...]
Glaux, en la horas en que la observación estaba cerrada, se encerraba en una sala y reproducía en los humos y vapores la imagen en movimiento de su amada la imagen impalapable hecha sólo de luz. Él realizó también la forma inmóvil en subtancias plásticas. 
Glaux, aux heures où l'observation était close, s'enfermait en une salle et reproduisait dans des fumées ou des poussières l'image mouvante de sa bien-aimée l’image impalpable faite de lumière seule. Il en réalisa aussi la forme immobile en substances plastiques.

Es entonces que se imaginaron enviar el sonido de sus voces, sus palabras, sus canciones. Todo esto fue consignado por las curvas y reproducido en el aparato eléctrico de diapasones. Yo puedo decir nada de las palabras y de las canciones (¿?) venidas de tan lejos. 
C'est alors qu'ils imaginèrent de s'envoyer leur son de voix, leurs paroles, leurs chansons. Tout cela était noté par des courbes et reproduit dans l'appareil électrique à diapasons. Je ne puis rien dire des paroles et des chansons ( ?) venues de si loin.

Una noche que nuestro crepúsculo correspondía al crepúsculo del país venusino del que se trata y todos los preparativos hecho de una parte y de otra, Glaux y la joven intercambiaron un último beso a través del implacable espacio y se mataron. 
Un soir que notre crépuscule correspondait au crépuscule du pays vénusien dont il s'agit et tous les apprêts faits de part et d'autre, Glaux et la jeune fille échangèrent un dernier baiser à travers l'espace implacable et se tuèrent.

Esta catástrofe estuvo a punto de comprometer el buen entendimiento entre los dos planetas, ya que la joven Venusina era hija de uno de los más importantes astrónomos de allá arriba. 
Cette catastrophe faillit compromettre la bonne entente des deux planètes, car la jeune Vénusienne était fille d'un des plus puissants astronomes de là-haut.
[...]
Todos los papeles, fotografías, fotoesculturas, fonografías de Glaux están depositadas en los archivos centrales. Hace falta, como lo he dicho, ser del onceavo grado para tener comunicación. 
Tous les papiers, photographies, photosculptures, phonographies de Glaux sont déposés aux archives centrales. Il faut, comme je l'ai dit, être du onzième degré pour en avoir communication.
[...]

Fotografías, fotoesculturas, fonografías... la representación y consignación de la imagen y la voz, el paso de la efímero a lo permanente aproxima a este pequeño texto de Cros con aquellas obras en las que la simulación de la representación en el sentido platónico de su definición conforman una tradición de la imagen como nostalgia y extrañeza. Tradición que abarca desde Griphatie (1760) de Tiphaigne de la Roche hasta Bioy Casares en La invención de Morel (1940) por nombrar dos grades textos.





Charles Cros, "Un drame interastral", La Renaissance littéraire et artistique, Paris, 14 août 1872.


Ed Suarez. 2007. Variedad infinita: ciencia y representación, un enfoque histórico y filosófico. México: UNAM.