NOUS DEVONS EN RETOUR LES CONTEMPLER, LES ASSUMER, TENTER D'EN RENDRE COMTE. IMAGES MALGRÉ TOUT: MALGRÉ NOTRE PROPRE INCAPACITÉ À SAVOIR LES REGARDER COMME ELLES LE MÉRITERAIENT, MALGRÉ NOTRE PROPRE MONDE REPU, PRESQUE ÉTOUFFÉ, DE MARCHANDISE IMAGINAIRE. GEORGES DIDI-HUBERMAN, IMAGES MALGRÉ TOUT, PARIS, LES ÉDITIONS DE MINUIT, 2003, P.11.


PERFIL EN ACADEMIA.EDU

15.5.09

Segalen. Reflexión sobre el Exotismo


Mission Victor Segalen, fotografía de Jean Lartigue, Shaanxi 13 o 14 enero 1914. Negativo sobre vidrio al gelatino bromuro, positivado a 24x30 cm, Colección Musée Guimet AP23_3

Desde esta perspectiva la relación que se establece ante el otro-extraño se ha venido a denominar exotismo. El exotismo es el fenómeno que se da al encontrarse ante lo diferente, siendo lo único estable un lugar y una cultura que no es la propia. Ante todo el principio es lo ajeno. No puede el exotismo presentarse en lo familiar y reconocible aunque existan diferencias que provoquen curiosidad, sino en lo que rompe con los arquetipos sociales y culturales conocidos. Es la alteridad en un grado superlativo. El desconocimiento de una cultura en relación a quien la observa. El exotismo es el nombre que se da a la diferencia radical que provoca un cambio ontológico en el proceso de definirse. Esto es que la exposición a una experiencia tan radical como el viaje conlleva un choque que transforma lo que se era, rompe con los estamentos culturales propios y los refunda a partir de esa diferencia manifiesta. La diferencia con el exotismo pintoresco abundante y de diferente grado según si es la manifestación un producto popular o elitista no tiene que ver con esta interpretación del término, que más que a las manifestaciones de productos literarios o visuales se establece en el ámbito ontológico, en el campo de la experiencia. En este sentido se abordará la aportación de Victor Segalen a la introducción del exotismo ontológico, si bien producto del fin la edad de oro del viaje y principio de la concreción de las relaciones coloniales y conformación de la nuevas cartografías de Estado resultantes de la Primera Guerra Mundial. Segalen tiene la habilidad –visionaria- de ejercer de crítico empírico, de otorgar voz al viajero que reniega de las limitaciones de los estereotipos que el europeo construye y alimenta de los otros. Las limitaciones de no querer conocer. De llegar, tomar y volver. De no ver-se-a-sí-mismo en el otro lugar, ese lugar que no es propio, ese lugar en el que en realidad no eres nadie y el yo se convierte en todo.
Los continuos viajes de Segalen propiciaron la reflexión sobre la actitud colonial, el encuentro con lo ajeno, el prejuicio y valor que puede el occidental generar de otras culturas. Durante catorce años, Segalen tomó notas para un futuro ensayo, finalmente publicado post mortem bajo el título de Essai sur L’Exotisme. Une Esthétique du Divers (Notes)
[i]. Este texto, así como sus artículos, poesía y ensayos, surgieron en un momento de cambio de lo que había sido el colonialismo y la visión del otro durante el siglo XIX. En el afán por introducir una nueva manera de enfrentarse al “otro”, Segalen tiene que romper con el prejuicio generado por el pensamiento decimonónico:
Avant tout, déblayer le terrain. Jeter par-dessus bord tout ce que contienne de mésusé et de rance ce mot d’exotisme. Le dépouiller de tour ses oripeaux: le palmier et le chameau; casque colonial; peaux noires et soleil jeune; et du même coup se débarrasser de tous ceux qui les employèrent avec une faconde niaise. […] Puis, dépouiller ensuite le mot d’exotisme de son acception seulement tropicale, seulement géographique. L’exotisme n’est pas seulement donné dans l’espace, mais également en fonction du temps.
Et en arriver très vite à définir, à poser la sensation d’Exotisme: qui n’est autre que la notion du différent; la perception du Divers; la connaissance que quelque chose n’est pas soi-même; et le pouvoir d’exotisme, qui n’est que le pouvoir de concevoir autre.
[ii]

Así, después de establecer la distancia entre el exotismo seductor y afable tan bien representado en el romanticismo, dejar fuera el exotismo de “palmera y camello” para intentar hacer un acercamiento filosófico a ese fenómeno centenario que es el viaje moderno. Para ello esboza términos tan significativos en el siglo XX como “diverso”, “diferente”, “si mismo”, “otro”. E introduce dos categorías: Espacio y tiempo. El exotismo no sólo se da en el espacio sino igualmente en función del tiempo. No se refiere a una categoría histórica del tiempo. En este sentido, por el carácter de su notas
[iii], las nociones y planteamientos son desgranados por lo que es preciso reconstruir por partes su pensamiento. La introducción de la extrañeza no es sólo geográfica si no también temporal se enmarca en la influencia que Oriente tuvo en su pensamiento, en especial los textos hinduistas.[iv] El tiempo es un tiempo ontológico, propio y diverso en concepción y aprehensión en cada lugar.
El poder del exotismo, es poder de concebir lo otro. Lo cual conduce hasta una definición aún más precisa:

L’exotisme n’est donc pas cet état kaléidoscopique du touriste et du médiocre spectateur, mais la réaction vive et curieuse au choc d’une individualité forte contre une objectivité dont elle perçoit et déguste la distance. (Les sensations d’Exotisme et d’Individualisme sont complémentaires).
L’Exotisme n’est donc pas une adaptation; n’est donc pas la compréhension parfaite d’un hors soi même qu’on étreindrait en soi, mais la perception aiguë et immédiate d’une incompréhensibilité éternelle.
[v]

Llega a un punto en el que se instala la radicalidad total de la experiencia exótica, nunca será posible comprender al otro, ni situarse en su lugar, ni siquiera aproximarse remotamente. La aceptación de tal condición será la que permita la relación de conocimiento con el otro. El conocimiento de la propia individualidad a través de la diferencia. Una vuelta a si mismo al igual que el viaje. Un conocimiento para el que hay que recorrer muchos kilómetros. Igual que en el espacio, mientras más uno se desplaza más cerca estás del punto de partida. Por eso menciona Segalen que el primer viaje alrededor del mundo fue el más desencantado ya que constataba los límites de la esfera, si bien trágicos y azarosos, finalmente definidos:
Fort heureusement Magellan mourut avant le retour […] il n’y avait plus Extrême Lointain![vi]

Pero, la decepción corresponde a Segalen, puesto que durante el siglo XIX la fiebre por cubrir los espacios en blanco de los mapas, por establecer rutas comerciales innovadoras, por describir y clasificar absolutamente todo lo encontrado –de muestras geológicas hasta humanas- era general. Doble decepción porque para él este conocimiento es la imposición de una cultura sobre otra. El exotismo responde dos leyes:
La loi de Représentation de Schopenhauer: tout objet suppose un sujet.
La loi du Bovarysme de Jules Gaultier: tout être qui se conçoit se conçoit nécessairement autre qu’il n’est.
[vii]
Por ello los exotes, los viajeros natos como solía llamarles, múltiples en la historia, entienden la magnitud de grado de la diferencia, ponen en juego esa diferencia, como sujetos se enfrentan a otro sujeto en la complejidad de ambos. Anteponer el individuo y la posibilidad de hombre de concebir al otro, de darle un lugar si bien impenetrable, un lugar en el mundo. Así, también otorga con el guiño a Jules de Gaultier la vitalidad, poder y energía de ser otro, el poder de transformación del individuo en otro no determinado, que en el campo de viaje y exotismo es la posibilidad de conocerse en lo no conocido.
[viii]
Victor Segalen, médico, ensayista, poeta, antropólogo y fotógrafo. Realizó durante sus estancias en China dos misiones antropológicas. Ambas buscaban investigar sobre sitios funerarios de los emperadores tumba Bao Sanniang y Quin Shi Huang. Aprovechaba los continuos viajes como médico y comerciante para adelantar en sus investigaciones, junto a Édouard de Chavannes y Jean Lartigue tomó numerosas fotografías.


Mission Victor Segalen, fotografía de Jean Lartigue. 1914. Tumba Bao Sanniang, Sichuan, China, 2 o 3 de abril de 1914. Foto a partir de una copia sobre papel al gelatino bromuro, positivada a 24x30 cm. Colección Musee Guimet AP166_1. De izquierda a derecha vestidos de negro Segalen y Chavannes con vecinos y el prefecto de Zhaohuaxian.


Mission Segalen, fpotografía de Victor Segalen. 1914. Tumulus del primer emperador Quin Shi Huang. Shaanxi, China, entre el 16 y 24 de febrero de 1914. Negativo gelatino bromuro sobre película positivado a 24x30 cm. Collección Musée Guimet AP31_8. En este sitio, en 1974 fue desenterrado un ejército de arcilla de 6,000 guerreros.

El viaje único posible es siempre en relación a otro, sea un individuo o una cultura. Pero el viaje es concéntrico, en el espacio corporal, solipsista; en el viaje de comunicación hacia el otro, una vuelta y confrontación con nosotros mismos; y, el viaje geográfico, la vuelta al mundo:
Exotisme géographique. La rupture, le désenchantement du monde sphérique au lieu du monde plat.[ix]

El mundo es esférico y cada vez que avanzamos estamos más cerca del punto de partida. Jean Baudrillard, reflexionando sobre el concepto de viaje de Victor Segalen, describe este círculo:

Por consiguiente, no hay posible linealidad ni infinito, tan sólo circularidad, […] sabemos que estamos en un mundo orbital, en cierta forma cerrado sobre sí mismo, y que, por lo tanto, hay que seguir la ley de esa concentricidad de la cual no se puede escapar, al mismo tiempo […] hay que buscar un exotismo radical.”[x]

El “exotismo radical” correspondería con la extrañeza por lo otro, la sensación de ajeno e indescifrable que produce, y, siguiendo a Baudrillard, el viaje es el mejor medio para encontrarse con esa extrañeza, pero no el único, ya que:

[…]el exotismo es una suerte de ley fundamental de la intensidad de la sensación, la exaltación del sentir y por lo tanto del vivir, […] todos los hombres están sometidos a la ley del exotismo; hay una extranjería radical, fundamental[…].[xi]

Así, uno de los impulsos del viaje es precisamente la sensación vivida en el exotismo, esa necesidad de enfrentarse con lo que parece diametralmente distinto, de exiliarse, expulsarse de la propia cultura enfrentándose a lo que podría darle valor en la distancia.
[xii] En este ejercicio de respeto por el otro sucede la definición de la identidad como individuo y como sujeto cultural. El determinar el “él” realza la determinación del “yo”. En este movimiento, el marco de referencia siempre es el “hogar”, el lugar del cual se parte para volver, en otro proceso circular, por lo que el choque ocurrido ante el viaje nunca implica la asimilación. El exotismo[xiii] no es lo mismo que lo exótico, este último corresponde a los estereotipos que desde nuestra cultura originaria poseemos de las ajenas. Un horizonte de expectativa ilustrado por las informaciones que la tradición científica, literaria y visual ha alimentado. Por lo tanto, si lo exótico se realiza en la búsqueda de los lugares comunes de lo que se tiene referencia y si no los encuentra o no coinciden con su expectativa sucede una desilusión, en cambio, el exotismo se enfrenta ante lo que acontece en una especie de seducción entre el acercamiento y la distancia.
El viaje, en cualquiera de los niveles de su campo semántico, es una continua dialéctica entre el yo y el otro, una aprehensión de la identidad y una puesta en cuestionamiento de la misma. Se realiza un camino circular que no nos deja impasibles, sino más bien perturbados puesto que los esquemas de construcción de la identidad dependen en la gran medida de la impresión que se tiene del mundo situando el centro de gravedad en el yo.
[xiv] El exotismo, extrañeza, la incomprensión e impenetrabilidad es un fenómeno que ocurre ante el presente de lo ajeno, pero desde el punto de vista de Baudrillard, el exotismo “radical” permite sólo recuperar un poco de extrañeza respecto a nosotros mismos, nuestra cultura y geografía. Sin embargo, el término implica la comprensión y más difícilmente la asimilación no en lo otro sino del otro. Aceptación.





NOTAS
[i] Essai sur L’Exotisme. Une Esthétique du Divers (Notes) publicado en Mercure de France en marzo y abril de 1955 y posteriormente en 1978 por ediciones Fata Morgana. Para el presente trabajo ver Oeuvres Complètes, édition établie présentée par Henry Bouillier, Robert Lafont, Paris, 1995, pp. 745-781. Las anotaciones, ensayos, croquis fueron elaborados durante 14 años, por ello son pensamientos fragmentados pero solventes en la transmisión de un análisis.
[ii] Ibid, Paris, 1 de décembre 1908, p. 749. Durante los últimos meses de 1908, Segalen preparó su viaje a China, estudió el idioma yse dedicó a frecuentar grupos literarios afines a Le Mercure de France, donde publicó gran parte de sus artículos.
[iii] El texto son notas para un futuro ensayo, estas comprenden desde octubre de 1904 a octubre de 1918.
[iv] Es evidente el proceso de la idea va del énfasis en el conocimiento de lo diverso y diferente al conocimiento de sí mismo con influencias del pensamiento oriental lo que llama Exotisme Essentiel: “La Notion choisie, le sentiment du Divers l’attitude spécial du sujet pour l’objet ayant englobé toute pensée, l’être pensant (toujours par le mécanisme hindou) se retrouve face à face avec lui-même.” Ibid., p. 781.
[v] Ibíd., 11 de décembre 1908, pp. 750-751.
[vi] Ibíd., 21 avril 1917, Shanghai, p. 776.
[vii] Ibíd., 11 de décembre 1908, p. 750. Jules de Gaultier (1858-1942) fue un ensayista que publicó en 1892 Le Bovarysme. La psychologie dans l’œuvre de Flaubert; en 1902 lo reeditó y amplió considerablemente bajo el título de Le Bovarysme. Essai sur le pouvoir d’imaginer. Jules de Gaultier no era un filósofo académico sino un profesor de instituto que publicaba frecuentemente en Le Mercure de France entre los años 1906 y 1910, donde seguramente lo conoció Segalen, ya que éste publicaba ahí y los colaboradores tenían una estrecha relación. La obra de De Gaultier, ha sido olvidada pero su lectura abre un abanico de referencias sobre la concepción del arte y la literatura a finales del siglo XIX, su afición por Nietzsche y Schopenhauer dotan su visión de gran vitalidad. Se dice que Segalen tenía un retrato de Nietzsche en su habitación de estudiante. La primera edición de su ensayo actualmente está publicada en Editions du Sandre, 2007; la segunda en Presses de la Sorbonne, 2006.
[viii] El tema de Gaultier es complejo, sus tesis beben fervientemente del vitalismo de Nietzsche. Con Madame Bovary, el personaje, muestra el ‘poder de deformación’ a través de la imaginación. En otras circunstancias puede producirse un ‘poder creador’, sin éste la identidad se desvanece y la capacidad de cambiar, de ‘concebirse en otro’ se atrofia, en pensarse en otro, pensarse como otro genera dinamismo en las sociedades y por lo mismo cambios. La edición de Presses de l’Université Paris-Sorbonne, 2006, incluye un estudio introductorio de Per Buvik con un apartado sobre la relación de Segalen y su Essai sur l’exotisme, mostrando las paradojas de ambos pensamientos, los encuentros y desencuentros.
[ix] Ibíd., Tien Tsin, 2 juin 1911, p. 764.
[x] Jean Baudrillard. Figuras de la alteridad. México, Taurus, 2000, pp. 55,56.
[xi] Ibíd., p. 54.
[xii] Ibid., p. 67.
[xiii] “Exotism is precisely the mechanism for this process of retrieval, a means by which the ‘otherness’ of the foreign world can be assimilated, and its threatening difference defused by taking on a familiar cast.” Patrick Holland, Graham Huggan. Tourist with typewriters. Critical reflections on contemporary travel writing. University Michigan Press, 1998, p.5.
[xiv] La construcción del mundo a partir del viaje y sus representaciones es en palabras de Dennis Porter: “[…] And it is one that furnishes a particularly rich field of inquiry for anyone interested in the way we conceptualized and represent the world, categorize its peoples according to a variety of overlapping schemas, affirm the relationships between them, and perceive our own (apparently central) place within this imaginary global geography.” En Denis Porter, Haunted journeys. Desire and transgression in European travel writing, Princeton, Princeton University Press, 1991, p. 3.