NOUS DEVONS EN RETOUR LES CONTEMPLER, LES ASSUMER, TENTER D'EN RENDRE COMTE. IMAGES MALGRÉ TOUT: MALGRÉ NOTRE PROPRE INCAPACITÉ À SAVOIR LES REGARDER COMME ELLES LE MÉRITERAIENT, MALGRÉ NOTRE PROPRE MONDE REPU, PRESQUE ÉTOUFFÉ, DE MARCHANDISE IMAGINAIRE. GEORGES DIDI-HUBERMAN, IMAGES MALGRÉ TOUT, PARIS, LES ÉDITIONS DE MINUIT, 2003, P.11.


PERFIL EN ACADEMIA.EDU

22.7.09

La cámara de Arthur Rimbaud

Arthur Rimabaud, autoretrato, 1883, "[...] sur une terrasse de la maison [...]"






Tres son los autoretratos que Arthur Rimbaud envió a su madre como prueba de que la cámara fotográfica no había sido una boutade, ni tampoco su vida en uno de los ricones más agresivos para un comerciante fuera de Francia. Los envía junto a una carta, carta que servirá de hilo conductor para entender el periplo para conseguir que el aparato llegara a sus manos. La carta dirigida a su familia, en realidad a su madre y hermana, del 6 de mayo de 1883[1] es la primera después de su llegada a Harar proveniente de Aden. Era la segunda vez que estaba en la ciudad y acababa de renovar su contrato con la compañía comercial en la que prestaba sus servicios -Mazeran, Viannay et Bardey- por tres años. Es una larga carta llena de confidencias que ha sido referida posteriormente en muchos estudios sobre Rimbaud: el sueño de la paternidad, el errar continuo, el olvido de la cultura europea, el aislamiento, su figura fotografiada…
Inicia la carta Rimbaud con asuntos sobre envíos y dinero. Había encargado a su familia durante todo el año previo a su viaje a Harar una serie de libros que asomaban la intención de fundar un país. Libros y manuales de hidráulica, geodesia, ingeniería, astronomía, mecánica, trigonometría y libros de viaje como el Manuel du Voyageur de Kaltbrünner. Fundar un país o hacerse la vida más fácil en un territorio en el que hacía falta de todo, por lo que había que importarlo de Europa, como el grafómetro al que hace mención[2], o fabricarlo in situ. Solía escribir directamente a las librerías en París para que enviaran a Charleville los libros y de ahí a Aden. M. Dubar, al que hace referencia, es socio de la firma comercial de Alfred Bardey y fue quien le dio trabajo de capataz cuando llegó a Aden proveniente de Hodeida (agosto,1880).[3] Rimbaud tenía pensado y así fue, no sólo hacer de administrador en Harar, sino abrir nuevas rutas de comercio en Etiopía, en la región de Soa sin pasar por territorio inglés.
Uno de esos envíos fue la cámara fotográfica y fue un punto de inflexión en la relación de conexión con Francia que mantuvo con su familia. “Cette commission a été bien faite; et si je veux je regagnerai vite les 2 000 francs que ça m’a coûté.” (p.2) La seguridad con la define esa transacción tiene una pequeña historia reciente que es pertinente comentar. Durante ese año previo de planes en Aden e inclusive desde su primera estancia en Harar en 1881, se le metió en la cabeza hacerse con una cámara, además de los mapas, instrumental y libros, que M. Dubar le compraría y enviaría de Lyon. De hecho fue en Harar donde Rimbaud comenzó a hacer expediciones serias, con objetivos comerciales claros que no cesarían hasta su enfermedad y consecuente traslado a Marseille en 1891. El trabajo como capataz y administrador se abría a nuevas perspectivas mucho más motivantes y en vista de las expediciones en la todavía desconocida Abisinia una cámara fotográfica se tornaba imprescindible para el explorador.


Nous faisons venir un appareil photographique, et je vous enverrai des vues du pays et des gens, nous recevrons aussi le matériel de préparateur d’histoire naturelle et je pourrai vous envoyer des oiseaux et des animaux qu’on n’a pas encore vus en Europe.
Harar, 15 janvier 1881



Es palpable su emoción por lo que estaba descubriendo y la pequeña gesta que tenía entre manos para sacar todo el provecho posible en esta región rica e inexplorada. Realizó expediciones al oeste de Harar, a territorios de los aroussis y los itous, así como una primera tentativa de comercial en los territorios del sur, la todavía desconocida Ogaden, en la que permaneció durante diez días vestido a la manera árabe, poniendo en práctica el idioma y sus fragmentos aprendidos de memoria del Corán. Sin embargo, la adquisición de la cámara fotográfica no se concretaría en Harar.

Notre matériel photographique et de préparation d’histoire naturelle n’est pas encore arrivé, et je crois que je serrai parti avant qu’il arrive. J’ai une foule de choses à demander.
Harar, le 15 février 1881


Rimbaud volvió a Aden el 5 de enero de 1882 disciplinadamente y a su pesar, lo suplantaría el hermano de su jefe, Pierre Bardey. Ahí permaneció durante más de año haciendo acopio de material bibliográfico, instrumental geográfico y, por supuesto, gestionando la compra de la cámara fotográfica. Rimbaud renovó su contrato en marzo de 1883 con un sueldo de 5000 francos anuales por lo cual los 2000 francos que menciona en su carta del 6 de mayo de 1883 era mucho dinero para invertirlos en una cámara fotográfica.[4] La fiebre fotográfica llevaba ya décadas haciendo a más de uno rico sobre todo si se salía de las ya saturadas ciudades rumbo a las periferias, sin embargo no era la intención de Rimbaud instalar un estudio fotográfico pero seguramente se decantaba por documentar sus viajes y ganarse la confianza de algún lugareño con su retrato. Desde un principio planteó en su correspondencia que la cámara le traería dinero rápido:



Je viens d’écrire à l’ancien agent de la maison d’Aden, monsieur colonel Dubar, Lyon, qu’il me fasse envoyer ici un appareil photographique que complet, dans le but de le transporter au Choa, où c’est inconnu et où ça me rapportera une petite fortune, en peu de temps.[5]

Rimbaud le enviaría un cheque de 1000 fr. a su madre para pagarla. Pero esos 1000 fr. que en principio saldarían la cámara y sobraría para comprar libros se multiplicaron en 1850 y después en 2000. Esto trajo un ir y venir de cartas sobre el estado de los ahorros de Rimbaud, que solía enviar a Charleville[6]. Su madre, pensando en su hijo y sin consultarle, invirtió parte de ese dinero en tierras y en este ir y venir de cuentas terminó exigiendo su dinero y no las inversiones. 2000 francos no es poco dinero y su madre se lo hizo saber. Le echó en cara que lo engañaban y le robaban su dinero, sin contar con la locura de pagar tanto dinero por un juguete y le advirtió que nunca más se entrometería en los asuntos del expatriado[7]. Rimbaud le explicó pacientemente que los gastos incluían todo el equipo de viaje: químicos, lentes, vidrios para los negativos, trípodes, coberturas y demás enseres necesarios para realizar una toma en medio de la nada. Finalmente le hace una llamada de auxilio recordándole enérgicamente que de Francia lo único que conserva es su familia:



Ce qui est surtout attristant, c’est que tu termines ta lettre en déclarant que vous ne vous mêlerez plus de mes affaires. Ce n’est une bonne manière d’aider un homme à mille lieues de chez lui, voyageant parmi des peuplades sauvages et n’ayant pas un seul correspondant dans son pays! J’aime à espérer que vous modifierez cette intention peu charitable. Si je ne puis même plus m’adresser à ma famille pour mes commissions, où diable m’adresserai-je?
Je vous ai dernièrement envoyé une liste de livres à m’expédier ici. Je vous prie, ne jetez pas ma commission au diable! Je vais repartir au continent africain, pour plusieurs années; et, sans ces livres, je manquerai d’une foule de renseignements qui me sont indispensables. Je serais comme un aveugle; et le défaut de ces choses me préjudicierait beaucoup. Faites donc revenir promptement tous ces ouvrages, sans excepter un; mettez-les en une caisse avec la suscription , et envoyez-moi ici, en payant le port, par l’entremise de M. Dubar.

El tono con que explica la importancia de los libros, sin lo cuales será “un ciego”, ilustra bien la trascendencia de sus proyectos que mezclado con el patetismo de algunas frases - Ce n’est une bonne manière d’aider un homme à mille lieues de chez lui, voyageant parmi des peuplades sauvages et n’ayant pas un seul correspondant dans son pays!-muestra el deseo de ver como su familia responde y se compromete con él, pero sobre todo que ese compromiso surja de la confianza en la vida adulta que lleva desde su partida. Económicamente, Rimbaud dependió de su madre hasta que en 1876 comienza a trabajar como capataz en Chipre, por lo tanto es coherente que gran parte de la correspondencia mantenida con su familia trataba de sus ganancias y de sus actividades comerciales, mientras que pocas veces se refiere en detalle a sus viajes.[8] En la relación epistolar con su madre, con su familia, lo anecdótico es excluido completamente para dar casi total importancia a lo económico y profesional, dándoles a conocer una faceta indudablemente nueva que seguramente les daba una cierta tranquilidad. En consecuencia, desde que decide comprar la cámara una y otra vez les explica lo útil que le será y los beneficios económicos que le proporcionará. Intenta que su familia entienda la importancia de la fotografía para un explorador como él, para que no lo perciban como una excentricidad más:



Quand je serai reparti en Afrique, avec mon bagage photographique, je vous enverrai des choses intéressantes. Ici, à Aden, il n’y a rien, pas même une seule feuille (à moins qu’on l’apporte), et c’est une endroit où l’on ne séjourne que par nécessité.
Aden, 16 novembre 1882.
Quant à l’appareil, s’il est bien conditionné, il me rapportera certainement ses frais. De cela ne le doute pas. En tous cas, je retrouverai toujours à le revendre avec bénéfice. L’affaire est envoyée, laissons-la aboutir.
Aden, 18 novembre 1882
Le dit bagage photographique m’arrive ici dans 15 jours, et je verrai vite à l‘utiliser et à en repayer les frais, ce qui sera peu difficile, les reproductions de ces contrées ignorées et des types singuliers qu’elle renfermèrent devant se vendre en France, et d’ailleurs je retirerai là –bas même un bénéfice immédiat de toute la balançoire.
Aden, 6 janvier 1883
Je dépensé une forte somme; mais la chose me la rendra, j’en suis sûr, et je ne gémis donc pas des frais.
Aden, 8 février 1883
L’appareil photographique, et tout le reste, est en excellent état, quoiqu’il ait été se promener à Maurice, et je tirerai bon parti de tout cela. […] Je compte, d’ailleurs faire un curieux album de tout cela [de Harar].
Aden ; 19 mars 1883


Por ello, volviendo a la carta del 6 de mayo de 1883, la determinación con que define la compra de la cámara y el posterior tono suave y casi inocente explicando que ya en Harar el éxito de la inversión es palpable, “Tout le monde veut se faire photographier ici, même on offre une guinée par la photographie” (p.2), responde a un proceso que saca a la luz varios factores. Primero la intención de Rimbaud de involucrar a su familia en sus proyectos y en su economía, siendo que podía perfectamente encargar y comprar a través de su empresa directamente en Marsella o Lyon, sin por eso entrar en detalle en lo que es su vida; en segundo lugar, la todavía viva relación de autoridad de su madre sobre los actos de su hijo ilustrada en las continuas justificaciones que tiene que dar para que no se piense que su dinero y sus actos los siguen conduciendo el patrón de sus emociones.
Después de los asuntos pendientes comienza poco a poco una narración intimista de su estancia fuera de Francia. Menciona que incluye dos fotografías -finalmente serán tres-, que se encuentra mejor en Harar que en Aden, le esperan tres años más de contrato pero no ve perspectivas favorables para el negocio. Está bien pero “À la fin de cette année-ci, j’aurai trois ans complets dans cette boîte.“ (p.3) Comienza el pesimismo recurrente en la gran mayoría de sus cartas, ese lamentarse continuo, queja constante de un exilio voluntario que seguramente no es fácil. Pero adquiere un tono confesional distante de las escuetas cartas de los últimos meses. Ha llegado a Harar con planes que se exceden a las responsabilidades de un administrador, que competen más a las del explorador con olfato de comerciante, cargado de libros y de instrumentos, se dispone a iniciar una nueva etapa -ardua cual expiación- pero sobre todo transitoria. El sueño evocado es llegar a tener un hijo al cual educar, una familia en un sitio de su agrado, un lugar y un tiempo que terminará con su continuo errar. “À quoi servent ces allées et venues, et ces fatigues, et ces aventures chez les races étranges, et ces langues dont on se remplit la mémoire, et ces peines sans nom […]” (p.4)
El pesimismo que deja ver en su carta hace más patente la importancia del contacto, de los envíos, de las cartas. Las fotografías. El último párrafo de su carta hace referencia a las tres fotografías que decide enviar a casa. Después de todo lo sucedido con la compra de la cámara era un compromiso demostrar que servía de algo, por lo menos llevarles hasta Charleville un fragmento de su vida. Un gesto en el que se hará ver cómo se encuentra: ”pour rappeler ma figure“ (p.7)




[1] Œuvres complètes. Poésie, prose et correspondance. Introduction, chronologie, édition, notes, notices et bibliographie par Pierre Brunel, col. Classiques Modernes, Le livre de Poche, 1999; Œuvres complètes. Édition établie, présentée et annotée par Antoine Adam, Bibliothèque de la Pléiade, Paris, Gallimard, 1972; Œuvres complètes. -Correspondance. Édition présentée et établie par Louis Forestier, col. Bouquins, Robert Laffont, 1992. Brunel especifica de la carta lo siguiente: “Cette lettre a été publiée pour la première fois avec une coupure par P. Berrinchon en 1899 dans les Lettres de Jean-Arthur Rimbaud. L’original se trouve à la Bibliothèque Jacques Doucet. Fac-similé dans Lettres d’Afrique et d’Arabie, p.133-136.” Op.cit., p. 962
[2] El grafómetro lo pidió en dos cartas -6 de enero y 14 de marzo de 1883- explicando que era “[un] instrument à lever les plans”. Correspondance, p. 598. Todas las referencias a la correspondencia provendrán de la edición de las obras completas de Pierre Brunel, a menos que se especifique otra fuente.
[3] Graham Robb. Rimbaud. Barcelona, Tusquets, 2003, pp.323-325. Para los datos biográficos se seguirá este estudio reciente sobre el poeta.
[4] Correspondance, Aden, 20 mars 1883, op.cit., p. 600.
[5] Ibid., Aden, 28 septembre 1882, p. 590.
[6] Ibid., Aden, 3 novembre 1882; Aden 16 novembre 1882; Aden 18 novembre 1882, 8 décembre 1882.
[7] Las cartas de Charleville a Arabia y África no se conservan, posiblemente las destruía o extraviaba, por lo visto no le interesaba guardarlas: “J’ai reçu 2 lettres de novembre; mais je les ai perdues tout de suite, ayant cependant eu le temps de les parcourir, […]” Harar, 15 janvier 1881; “Je reçu de vous une lettre dont je ne me rappelle pas la date [:] j’ai égaré cette lettre dernièrement.” Harar, Dimanche 16 avril 1881, Brunel, op.cit., pp. 563, 568. Por lo tanto, las referencias al correo de su madre y hermana se deducen por sus respuestas. En este caso: “Tu dis qu’on me vole”; “Naturellement, on n’a pas acheté sans savoir s’il y aurait des fonds pour couvrir l’achat [de l’appareil photographique].”; “Au lieu de te fâcher, tu n’as qu’a réjouir avec moi. Je sais le prix de l’argent.” Aden, 8 décembre 1882, Ibid., p. 593.
[8] De hecho por la correspondencia con su familia no puede deducirse la intensa actividad en Harar, tanto de la primera como de la segunda estancia, solía mencionarlo superficialmente y nunca da detalles, de su primera expedición sólo dice: “Je vais prochainement faire une grande tournée au désert pour des achats de chameaux. Naturellement nous avons des chevaux, des armes et le reste. Le pays n’est pas déplaisant [:] en ce moment il fait le temps du mois de mai en France.” Harar, le 15 janvier 1881. No explica que en esa región hace apenas unos meses murió un joven explorador, Henri Lucereau, a manos de la tribu Itou, pero se refiere a que cuenta con caballos, armas y “le reste”, un genérico etcétera que une al parte del tiempo. Siempre da cuenta del clima comparándolo con el de Francia. Posible intento de acercar al lector a su experiencia en lo más superficial pero más identificable.